martes, 9 de octubre de 2012

Vi un fantasma en el argumento de esta historia.

 (Nota del autor: Es comprensible que no entiendan nada de esta historia, pero me gustaría que leyeran y elijan sus propias conclusiones.)

Él se levantó de su cama y miró la ventana. Era temprano, tan temprano que el solo no había salido. Procedió a ver su armario, buscando ansiosamente ropa que ponerse, porque estaba con su ropa para dormir.

Luego volteó y miró de nuevo la ventana. Tomó su reproductor de música y colocó la melodía más insensante de todas. Dejando a un lado el sonoro reproductor, urgó entre las sábanas desordenadas de su cama.

Vió la ventana nuevamente. Continuó buscando entre sus sábanas, lo que quería lo quería ya, juzgando por la ímpetu con la que buscaba. No lo encontró, al parecer

Volvió a ver la ventana. De inmediato salió de su cuarto y caminó por el pasillo, haciéndose escuchar con esos pisoteos fuertes. El pasillo estaba oscuro, así que era muy posible que se tropezara con algo. Sin embargo, bajó las escaleras rápidamente sin importarle lo peligroso de su hazaña.

Vió la ventana de la sala. Sin despediciar tiempo, se dirigió directamente a la cocina para urgar el refrigerador. Entre la amplia gama de productos destacaba un pequeño queso blanco medio mordido.

Volteó a ver la ventana de la sala, y tomó ese queso y se lo llevó a la boca. Cerró la puerta del refrigerador y volvió rápidamente a su cuarto, en medio de la oscuridad que asolaba los caminos de esa casa.

Vió las ventanas del pequeño sendero a su habitación. Desde ahí se podía escuchar su música favorita que emitía su reproductor de música a todo volumen. Cuando entró por la puerta de su habitación, la cerró con fuerza.

Al otro lado del pasillo, se abría lentamente una muerta, descubriendo la mano de una chica.

-...¿Eres tú, de nuevo?-decía con cierto temor la voz de esta chica.-...Te dije que tenías que irte.-

El sonido de aquel reproductor de música no cesaba.

-¿No quieres irte? ¿Necesitas algo?-Preguntaba al aire la chica, mientras salía al pasillo.-Yo sé que siempre estuviste enojado conmigo, pero no te culpo, te comprendo.-

-Siempre fui tu sombra.-se escuchó tras la puerta de la derecha.

-...Aquel día, debí cerrar esa ventana. -Musitó la chica.

El sonido fuerte perturbó aquel instante en que la chica colocó un pequeño pedacito de queso debajo de la puerta de la derecha.

-Debes de irte, ya no perteneces a este mundo.-Interrumpió el silencio aquella chica.

El silencio retornaba.

-Siempre te gustó molestarme...-decía la chica volteando la mirada.

-¿Qué día es hoy?-

Aquel reproductor se silenció abruptamente.

De pronto, pequeños rayos de luz entraron por la ventana de aquel pasillo, iluminando un poco la escena.

-No te servirá de nada saberlo, no vivias con el tiempo a mano, después de todo...-Respondió aquella chica, retirandose de ese lugar.

En la luna.

Nunca es tarde para robarse la corona de amor de aquellos preciosos cisnes en medio de aquel lago de sangre, y en negro que a veces se tiñe. Siempre pueden aplaudir los súbditos al son del odio del rey, no puedes mentirme, el payaso ha dicho el chiste sin gracia y ha entrado el mundo en decadencia.

Me gusta gritar cuando puedo ahogarme en mis penas pero la luz en la carretera es tan fuerte que me deja ciego, la luz es mala, muy mala, me deja ciego y no puedo ver nada, ni mis ilusiones. Dime que me equivoco, o te mato a besos.

O siempre puedes optar por la médida drástica mil quinientos cuarenta ocho punto 10, nunca es tarde para la euforia, siempre puedes ver la transparencia de tus compañeros de estudio, nunca es tarde para morir, y es que muy temprano te levantaste hoy y viste el reloj, y si no lo viste el perro con cadenas te morderá y te hará aullir, pero no olvides el aullido, no olvides el sonido de las cadenas, la D está al principio de dedo, no está al final de la ironía, la diosa también se rie, y lo sabes muy bien.

El ruido me atormeta, los ruidos de la ciudad, la urbanización me encanta, pero nunca entenderé el arte urbano. La locura desata melodía incomparable en el mundo que decae, pero los niños me dan sus dulces de naranja, aunque yo también prefiero irme a lo seguro y volar por los altos de la libertad.

La libertad es una letra en medio de amor, el hiato no existe en lo que aún no sucede. La luz la luz la luz, me equivoca. No concuerdo con tu opinión pero come la calabza en halloween.
Dime que miento y te golpeo, pero no me golpees porque yo también tengo un corazón lleno de mecánicas que no comprendo. El reloj es suave, pero no grande.

La euforia me gusta en un mundo donde dominan las estrellas, las galaxias son locuras constantes en un mundo incosistente, el big bang me echó todo abajo.

Viste la última oportunidad de decadencia, nunca es tarde para decir nunca, pero usa sinónimos que el jamás existe, aun incluso en los animales heteretrófos, los organimos pluricelulares también gritan de amargura.

El edificio es algo que construyó él, pero yo no quise quitarle la idea de construir un edificio en medio de  la nada. Vieron eso cuando gritaban, pero voltearon la mirada cuando el examen de educación física venía a punto de matarlos. Matar es bueno cuando no matas a otras personas o seres vivos enchocolatados, nunca es tarde, y lo sabes, pero esto nunca me dejará en paz, viste todo y no quieres nada. La felicidad es algo que termina en dad, en dad de deidad quizá, pero en dad de dad.

No me quites más mi tiempo, ser humano que se rige bajo el mandato del gorila feroz. Nunca me viste y nunca lo recordarás porque adiós, sí, adiós, y adiós a todo porque no quiero lastimarte.

(Escribir lo primero que se te ocurra es extraño, porque cuando te lees te sorprendes de lo que oculta tu mente. La escritura automática me encanta.)

lunes, 8 de octubre de 2012

Cada segundo, minuto y hora de la vida.

Fue desde la primera vez que me colocaron en la sala de aquel hogar. Fue desde ese momento que mis manivelas cobraron vida. Fue desde ese momento que vi el exterior a través de esa ventana. Fue desde ese momento que el tiempo fue uno conmigo. Fue desde ese momento que mis engranes iniciaron su eterna jornada. Fue desde momento que fui testigo de la vida.

Nacía a las 5:32 PM.

Y entonces los vi a ellos dos juntos, hombre y mujer, viéndome feliz, mientras yo estaba arriba de la pared de la sala. Ambos sonrían, esa sonrisa era la bandera que daba inicio a sus aventuras. Una aventura del amor, una aventura de dolor, una travesía entre mi filosofía y sus vidas, una travesía entre el tiempo.

Dos personas. Él sonría y abría sus brazos, ella solo recibia esos brazos cubriendo su cuerpo. En efecto, un abrazo que juraba ir en contra mía, en contra del tiempo. Se abrazaban en frente de mí en una clara alusión a un enfrentamiento, este abrazo juraba perdurar en el tiempo.

Ella iba y venía, era a ella a quien más veía. Cocinaba, me miraba al mediodía. Aseaba el hogar con mucha alegría.

Y en las noches hacía acto de presencia aquel hombre. Muy cansado, lo único que buscaba era amor. Su mujer le daba eso, amor. Fui testigo de muchos abrazos y besos. Se sentaba en la sala, en frente del mueble que de mí se encontraba, hablaban y reían. A veces interrumpía el silencio, pero eran las muestras de cariño que tomaban protagonismo. Juegos, voces, alegrías, felicidad exagerada.

Y caminaban por la casa, muy felices. Los pasos siempre me asustaban, era grande el ajetreo que se hacía los días en que el hombre trabajaba y tenía que llegar temprano a su trabajo. La mujer siempre le servía el desayuno, dos huevos y una tostada, acompañado de jugo de manzana. Rápido, efectivo, y lleno de amor.

Eso fue una vez, a las 5:12 AM.

Los días eran difíciles, pero no imposibles de superar. No lo digo yo, lo dijo la mujer en aquella ocasión en que la crisis atormentaba el hogar del par de amores. En silencio.

El hombre no olvidaba que tenía un anillo en la mano, y eso era motivo de seguir adelante. No olvidaban que había un 22 de octubre que celebrar cada año. Lo sé, así lo dijo ella.

El amor mostraba un espléndor que el tiempo no podría opacar. En ese minuto de la tarde de aquel día me di cuenta de ello, sus lazos eran fuertes como la madera de la mesa en la sala.

Pero no olvidaba que tenía que contar los minutos, aunque ya no los contaba porque era mi labor, los contaba para calcular el tiempo en que se abrazaban. En los momentos más superficiales, los abrazos duraban menos de tres segundos; en los momentos más difíciles esos abrazos duraban más de diez minutos. Era juntos o no, el amor estaba en cada segundo de sus vidas.

Yo lo recuerdo muy bien, el abrazo más largo duró 17 segundos en aquella hora de la noche.

El hombre estaba muy cansado siempre que llegaba del trabajo. La mujer lo recibía inundándolo de besos. Intentaba refrescarle con amor, y un vaso de agua. Él muy complaciente le seguía el juego, y se tomaba el vaso con agua. El hombre comenzó a verse tenso, la labor humana debe de ser difícil. Aunque la verdad es más difícil contar cada segundo en que se está feliz sin olvidar la felicidad. 

Ella estaba tan feliz que engordó. Me imagino que la felicidad es dulce, por eso engorda. Sin embargo, no vi esos mismos cambios en el hombre. Me llegué a cuestionar el amor de él.

Pero llegaron las 3:07 AM de aquella madrugada.

Gritos fueron la alarma de mi sueño. Me asusté, pero no, fue grande la sorpresa que me llevé. La mujer gritaba, necesitaba ir a un hospital. El hombre muy nervioso le pedía que se calmara, pero eran inútiles sus intentos. Sin mediar más, la sacó del hogar. Aún afuera de la sala escuchaba sus gritos, y de reojo veía que el hombre sacaba su auto y metía a su mujer al auto acostada en los asentos traseros. Inmediatamente cerró la puerta principal de la casa y me dejaron ahí solo.

No sé qué ocurrió exactamente, pero luego de ese suceso tan extraño la casa estuvo solitaria durante una semana y algo más, desde el martes hasta el miércoles en la mañana.

Pero inmensa fue mi sorpresa cuando el hombre y la mujer regresaron. Regresaron, pero con alguien más. Era un pequeño ser que llevaba la mujer entre sus brazos, y al cual el hombre mimaba. Era muy inocente, era un niño. Aunque también me percaté que la gordura de la mujer había desaparecido, no sé.

El niño lo vi por primera vez a las 10:01 AM. Lloraba, y fueron durante aproximadamente 17 minutos su llanto.

Los días siguieron luego de eso, la mujer y el hombre ya no estaban solos, había llegado un tercer miembro a la familia. Ella lo alimentaba y el hombre a veces lo animaba.

El niño creció mucho rápidamente, muchos sucesos acontencieron en torno al chico, alegrías, travesuras, llantos, todo.

Con el tiempo llegaron más miembros a la familia. Dos niños y una niña eran quienes ahora acompañaban al par ahora.

Jugaban afuera, podía verlos a través de la ventana, tiraban aviones de papel que volvaban hasta la sala. Sus alegrías eran inmensas

Y crecieron. con el tiempo. Todos ellos crecieron, y se volvieron como el par, los dos niños como el hombre, la niña como la mujer. Era el amor que cosechaba.

Fue a las 09:00 AM que me di cuenta que el amor regenera vidas.

Un día pensé que solo habían quedado el hombre y la mujer solos, pero eran los que antes eran pequeños, que ahora eran dos personas muy adultas. Era la señorita y el señorito. Hablaban sobre mí. Decían que era un reloj muy antiguo, y en verdad lo era. Insinuaba cosas sobre las demás propiedades del hogar. Temí por 11 segundos por mí.

Iban y venían, la familia era toda una familia. A veces sus hijos llegaban y hacían reuniones familiares. '¿Recuerdan esto?' decían entre risas. La mujer que antes cocinaba sola ahora cocinaba con su hija. Los dos chicos ahora hablaban y veían la televisión con su padre. Hubo una vez en que los tres hermanos junto a su padre jugaron a videojuegos mientras su madre y esposo del hombre les servía unos vasos con jugo de manzana. El jugo de manzana al parecer revitaliza a esta familia.

Una noche de un día de Marzo me percaté que la mujer esposa de aquel hombre se sentó en la sala a verme. 'Supongo que ya es tiempo' murmuró en esa ocasión. Segundos después, bajó la mirada y comenzó a llorar.

Un día a las 3:36 PM noté el llanto de la chica ahora mayor. Sentada en el el mueble de la izquierda, sostenía la foto de la mujer dueña del hogar. No entendí lo que pasaba.

En las siguientas semanas la casa estuvo algo solitaria. Solo llegaba el hombre, quien se acercaba a la cocina a fisgonear el frigorífico y tomaba del licor que tenía. Pasaba horas así. Hubo una vez que pasó toda la noche en ese estado.

En una ocasión, ese hombre lloró tanto. Decía cosas sobre su mujer, del porqué se había ido ella antes que él, lo cual no logré comprender. De pronto me percaté de la ausencia de su mujer, no la había visto. Siguió llorando, pero de pronto corrió a las escaleras. Luego de 24 minutos, él bajó con una nota en su mano izquierda y la dejó en la sala de estar. Se fue del hogar después de eso.

No fue hasta el siguiente día a las 1:38 PM de aquella ocasión que ví a la hija que había llegado por sorpresa al hogar. Entró a la sala de estar y vió aquella nota que había dejado su padre. Tardó en leerla dos minutos y medio. Rompió en llanto, asustándome, y corrió alejandose del hogar.

Suspiré un 'Tic toc' sin quererlo.

24 horas con 16 minutos y 15 segundos después apareció aquella chica de nuevo. Me vió, con esos ojos reflejantes, y bajó la mirada. Se acercó a mí y me tomó. El tiempo se detuvo en ese instante.

Cuán triste es que las emociones duren menos de 5 años, pero me alivia saber que el amor es atemporal. No como esta familia. Quizá como mis 27 años, 7 meses, 18 días, 2 horas, 9 minutos y 1 segundo.

Ahora entiendo porque el corazón no hace 'tic toc'...

domingo, 7 de octubre de 2012

La oscura brecha del alma.



¿Qué es lo que veo? Veo un mundo de desesperación
Todos gritan, pelean, se golpean como nunca,la locura es parte de la nación.
El Odio se funde para realzar la oscura brecha entre el alma y la carne
La voz de la desesperación alcanza las almas de cada ser vivo, víctimas de la sedienta carne
Canta y vive, el ritmo de la locura hace bailar a la humanidad,todos ilusos
¿Qué puedo hacer? Sus mentes son ahora parte de la locura y sus malignos usos.

Toca el corazón de cada uno,envenenan desde la lógica hasta su razón
todos ceden a la justicia plagada de sombras y entonan juntos la misma canción.
Como si todo fuese parte del mundo, viven satisfaciendo como bestias sus realidades,
leales a su principios de odio, leales a las fuerzas del egoismo y de sus destructivas cualidades.
Atraviesan la delgada línea entre Venganza y Justicia, accediendo estúpidamente a sus placeres
Ahora el Bien a la basura, reconstruyen la Realidad con Maldad los estúpidos seres.

Borra la línea de tus límites,eso cantan los seres de la realidad que ahoran traicionan a su mundo
surcan los cielos rojos de la venganza y el odio, transmiten el mensaje de la Muerte al inmundo.

¡Ahora se forman cadenas calientes, calientes por que se encadenan al abismo!
un infinito vacío se forma en sus corazones fríos, matándome a mí mismo.
Las pulsasiones de la locura se apasionan con cada ser que cae rendido a sus deseos,
sus malicias invocan sombras a la realidad imperantes de obtener más tristes reos.

¿Me besa la lujuria? ¿Me habla la ignorancia? ¿Canta la voz de la enfermedad? La sangre oscura,
sangre que se transmite en cada ser humano, que fluyen por sus tristes cuerpos, sin alguna cura.

¡El proceso de este mundo es guiado por los deseos de la Locura y del Mal!
La locura comienza a llegar a su fin,sin antes pedir para él un buen final,
desata los últimas gritos que ahora sólo cansancio transmiten con un sabor a mal.
Sacia, abraza, gasta, mata, arranca los deseos del Mal...

¡Es todo un firme final!
¡Actúa sin perder la cordura, no termines siendo un ser fatal!
¡Ignora la fuerza de la locura, no le cantes a ese ser inmortal!
¡La vida es más que dura, no te transformes en un demonio total!
¡La Oscuridad no tiene censura, no te dejes apartar de la vida en su hermosura!
¡Locura sin cura,no seas fatal e ignora tu "yo" total!

No se despide ante mí...

La Oscura brecha se abre ante mis ojos, revelando la verdad en sus cuerpos
no puedo dejar de admirarme por la vagancia que hay en sus endebles cuerpos.
La Locura ahora gobierna los últimos momentos de este mundo,
derraman odio los habitantes que caen uno por uno a este sombrío mundo.

Veo las llamas que se dejan ver como velas en la historia de la humanidad
queman como si fuesen llamaradas,llamaradas que actúan sin piedad,
todos mis amigos caen también ante las fuertes pulsasiones de la corrupción
no dejo de presenciar como la sangre de sus cuerpos sirve de merienda a la Nación.

Locura, Oscuridad y Odio, forman la absurda Trinidad
este curso de la Vida no demuestra ninguna equidad,
veo como personas vestidas de amor intentan devolver la normalidad,
pero ellas son víctimas de la acción de los seres de la bestialidad.

Emiten razón mis palabras a su abuso
pero sus oidos son piezas sin uso.
Infestados por la locura,
todos se contagian sin alguna cura.
La humanidad se transformó en su peor enemigo,
ahora no hay quien tenga a un simple amigo.
La Traición entra en juego,
miro como los seres alimentan su ego,
sin importarles su vida, alimentan a sus sombras interiores
sacando sus desgracias a sus alrededores.

Las Fuerzas de la Luz intentan darle equidad a este mundo mal manejado,
pero sólo consiguen más guerras por la paz de un mundo de locura anegado.

Yo soy la prueba de este mundo en donde no existe amor verdadero.
sus malicias me incitan a actuar guiado por el Odio ultrajero,
pero yo no soy tan estúpido como para satisfacerme con ímpetu,
yo no vivo por satisfacer mi alma, mi cuerpo, mi corazón o mi espiritu.

La Locura sólo te da una razón para vivir,
pero yo te digo que tu existencia es tu misma razón para vivir.
No necesitamos de razones para vivir, sino de razones para terminar nuestros dias,
por que cada día tenemos que demostrar que la locura no controla nuestros días.

Nuestro objetivo en la Vida está en no obedecer a nuestros deseos,
por que ni yo sé cual es mi objetivo, pero sé que no son esos deseos,
por que nosotros seremos guiados por nuestro "yo" del Bien,
a quien debemos de obedecer para conseguir nuestro bien.

Debemos de satisfacer a ese personaje del Bien dentro de nuestras mentes,
quien es tú mismo pero en su versión magistral del Bien, no a otros entes.

El mundo contagiado de Locura se encuentra en tu mente.

Ese mundo en tu mente contagia a los mundos de tus amigos,
creandote a tí mismo tus propios enemigos.
La Oscura brecha se realza al entrar en ese mundo de locura,
pero tú eres capaz de cerrar las puertas que te unen a esa locura.

El mundo no decae,es simplemente que descubrimos más la locura,
¿Has caído víctima del Mundo? Estoy seguro que eso no tiene cura...

La Locura ha roto las vidas de las personas con equidad
pero yo remediaré lo que el humano tiene como maldad,
con estas palabras cambiaré este mundo de suciedad.

El Miedo conlleva a la esencia de la Locura,
Locura es una esencia de diablura,
yo también he perdido la cordura,
he sido absorbido por la Locura,
por que también soy un humano sin cura,
el estar unido a la Locura.

La Locura no es la escapatoria,
no es la forma de llegar a la victoria.

Mi cura es el Valor,
ahuyenta el Dolor,
atrae el Amor,
extermina el oscuro color.

Valor,es la salvación de la humanidad,
es lo que me une a la amistad,
lo que destruye mi maldad,
la fuerza de equidad,
es la Vida de calidad,
es la opción a la realidad,
es Valor la cura a la tempestad.

El Miedo es normal,
la Locura es lo anormal,
Valor es el significado total,
para no terminar fatal,
Valor es la salvación real,
a esa esencia debemos serle leal,
por que la Locura trae a Mal,
pero el Valor es lo que depara del creerse inmortal...

Un mundo contagiado de Locura,
el Valor es su cura,
es la benevolente aura,
para la salvación de este mundo quebrantado,
el Valor es la Fuerza y Poder del humano quebrantado.


(No me gusta escribir artículos demasiado largos, pero bueno, en esta ocasión solo les comparto un escrito que tenía guardado desde hace tiempo)

miércoles, 3 de octubre de 2012

En prisiones diferentes.

-¡Dame la mano!-

Él intenta tomarle la mano, pero ella sigue ahí descanzando.

-Por favor, dame la mano.-

En medio de las barras de acero, el chico mete su brazo alargandolo para que la chica le alcance. Ella sigue dormida.

-¡Despierta! Yo sé que podremos salir de aquí.- Ella no le hará caso.-Yo solo quiero ser libre, pero vamos, dame la mano, despierta.- Sus intentos son inútiles.

Ambos estaban aprisionados, pero en prisiones diferentes. Uno en frente del otro. La chica estaba en un profundo sueño, pero en cambio el chico estaba muy agitado intentando alcanzar la mano de la otra chica a través de los barrotes. Ambas prisiones estaban en una habitación casi destruida, donde rayos de luz entraba por pequeños orificios del techo, las luces eran las típicas de aquella época de otoño.

-Por favor, despierta, hazme caso, ambos podremos superar esto. Levantate, hazlo por lo nuestro.- le imploraba el deprimente chico a la tierna chica. Era imposible despertarla de su largo sueño.
-Dame la mano...- Decía el chico mientras se arrastraba en los suelos y alargando lo más que podía su brazo para tomarle su mano, lo cual no servía de nada.

La adorable chica solo hablaba entre dormida y despierta, decía algunas pocas palabras pero eran difíciles de entender, por no decir que eran intraducibles. Era más bien que hablaba dormida.

Ambos vestían de forma pobre, solo una manta larga blanca y algo sucia les cubría todo su cuerpo.

-¡Yo sé que quieres salir! -Gritaba el chico un poco desesperado.-Dame la mano...-El chico empezaba a desilucionarse un poco, solo decía algunas palabras en voz suave.

Daba pena.

Pero de pronto la chica muy adorable levantó su mano y se limpió la cara. Se había despertado.

-¡Sí, amor! ¡Despertaste, qué bien!-exclamó con alegría notoria el chico.-Muy bien, ahora dame la mano y resolvamos esto juntos, quiero que seamos libres.-

¿Porqué quiere tomarle la mano? ¿Acaso eso lo liberará a ambos? Me parece que no. Se ve que este chico estaba tan enamorado que no pensaba.

-Señor narrador, ¿qué ha sucedido?-Me preguntaba muy amable la señorita. Ambos están encerrados en prisiones diferentes.

-...¿A quién le hablas...?- Preguntaba el chico muy extrañado.

- (...) Ya veo, así que estoy aquí sin poder salir. ¿Se le ocurre alguna idea que pueda compartirme?- Seguía encantándome con su dulzura la señorita.

Me parece que no lo ha notado, pero la puerta de su prisión tiene el candado suelto. Puede abrirlo solo quitando el mencionado candado fácilmente.

-¡Muchas gracias por su ayuda!- Me agradecía tiernamente.

-¿Porqué hablas sola?-Preguntaba el chico sin darse cuenta de nada.

Y la señorita simplemente retiró el candado de la puerta y salió cual niño entusiasmado sale de su casa a jugar.

-¡Alto! Aquí estoy, amor, ayúdame a abrir la puerta de mi prisión.-Le pedía mientras intentaba tomar su mano, que por poco y la alcanza.-¡Espera!-exclamaba mientras se dirigía a la puerta de su cárcel e intentaba abrirla; pero a diferencia de la prisión de la adorable chica, el del deprimente y tonto chico estaba cerrada con llave.

-¡Hmm! Es un gran día, las luces del otoño están más vivas que nunca.-comentaba bostezando un poco, preparándose para disfrutar del día libre que tenía.

-¡Espera! ¡Aquí estoy yo! ¡Amor, mírame!  Aquí estoy, ¿no me ves? ¡Estoy en frente de ti!-Imploraba el pobre chico.

Y la chica hacía su vida. Salió de la habitación dejando atrás una estela de gritos del ignorado chico de la historia.

De inmediato, el tonto chico se acercó a la ventana de su prisión, la cual estaba también con barrotes, para ver a la chica en medio del jardín de flores que atrás de las prisiones se encontraba.

-¿¡Amor, porqué me ignoras!?- Exclamaba el chico angustiado.

-Estoy en un lugar bastante hermoso.-Comentaba la hermosa chica mientras caminaba descalza sobre la hierba verde.-Las flores, el aire, el calor, este lugar es hermoso por donde se le mire.-Sonreía muy alegre la señorita tierna.

-Amor...¿porqué me ignoras?...¿qué te he hecho?-Rogaba el pobre chico. Debería decirle alguien que estorba.-Ayudame salir de aquí...-

-Se siente una tranquilidad tan...-decía mientras respiraba el suave olor de los jardines de otoño.-Es maravilloso este momento.-Caminaba por los alrededores del jardín disfrutando tranquilamente del clima.

-¿Porqué me ignoras?...dime...-Cuestionaba el iluso chico. Estaba tirado en el suelo.

La felicidad de la chica era tanta que desbordaba, ella se acostó en las flores pero luego se levantó para irse deprisa a ver un río que estaba cerca.

-¡El agua de este río es divino!-Exclamaba con grata sorpresa la señorita mientras juntaba sus manos y las introducía al río para tomar un poco de agua y lavarse la cara.

-No me hagas esto...yo también quiero compartir esa felicidad contigo...-Decía con un poco de tristeza el chico ese.-Permiteme vivir esa felicidad contigo, también quiero sentir el frío del otoño contigo...abrazándonos...-

Daba pena, daba pena, el muy pobre y desdichado chico.

-No quiero llorar sin ti...-musitó.

-¡Qué buen clima! Me da tanta energía...-exclamaba la chica muy divertidamente.

Y ella siguió alejándose poco a poco de las prisiones debido al encanto del otoño, mientras dejaba atrás al desafortunado chico, triste y sin sentido de vida, lamentándose la existencia y engañado por su corazón.

A veces es mejor compartir prisiones juntos, al cabo, el amor es una prisión. Pero nos olvidamos de eso cuando estamos compartiendo la prisión con alguien más. Deja de ser cárcel para volverse una casa. El chico no se ha dado cuenta de esto, para desgracia de él y de nadie más.

El amor es una cárcel, provoca tanto miedo pero no puedes salir de esa prisión cuando estás enamorado. Pero este no fue el caso, la señorita supo que hay una vida que está esperando a ser vivida por ella, se dió cuenta que el amor solo no llevará a nada. Los amores solo te aprisionan si cuentas solamente en ellos. Amar es bueno y lindo, pero hay una vida que hace falta vivirla, sin embargo. La señorita se ha dado cuenta de esto.

En fin. El chico morirá de hambre, sino es que muere antes de tristeza.

lunes, 1 de octubre de 2012

Una luz así de pequeña.

Luz pequeña y brillante,
hazte aparecer por delante,
quiero apreciar tu brillo elegante.

Allá hay más oscuridad,
no más allá de mi realidad,
brilla y resplandece día y noche,
a toda mi identidad haces derroche.

Ese sonidito que haces al volar,
ese sonido que me hace ilusionar. 

Son pequeñas frecuencias,
de silencios y suaves carencias,
me hacen pensar felices incoherencias.

Lucecita que parpadea,
lucecita que a veces marea.
Ven aquí y haz presencia,
que quiero sentir tu esencia.

Eres esa cosita que aparece y desaparece,
y estás cuando un mal me acontece,
te muestras cuando mi vida adolece.

Lucecita que siempre estás ahí, 
yo sé que me escuchas allí.
no te escondas de mí.

Soniditos que me hipnotizan,
contigo esos dilemas ya no me aterrorizan.

Invaden mi mente de recuerdos gratos,
me has dicho que tengo sentimientos innatos ,
cuánta tendré que decirte que me haces falta,
no me eches en cara lo de aquella falta.

Luz pequeña sobre mi cabeza,
luz pequeña que me mira con rareza,
eres el brillo del momento,
aún también del lamento.

No olvides aquella vez,
te vi por primera vez,
no finjamos que no sabemos,
¡aceptemos y recordemos!

Brillante Luz pequeñita,
pequeñita pequeñita,
así de chiquita.

Tanto como la felicidad misma,
tanto como efímera con la vida misma,
lucecita de la vida,
alegría medida.
No tanta para olvidar aquello,
el cual soy triste por ello.

Luz pequeña de esperanza,
sigue en frente de mí y danza,
te lo pido de manera cortés,
quiero recordar que hay un después.

Luz dulce vida de energía,
luz de vida que da alegría,
no me hagas que me ría.


¡Leer no hace daño!